13 noviembre, 2025

La inversión educativa cae en 21 provincias y los salarios docentes retroceden a niveles de hace una década

escuela comercio 1 alumnos

Según un informe reciente, la mayoría de los distritos argentinos destinaron menos recursos reales a educación en el último año, consolidando una caída histórica en la inversión a nivel nacional. Solo tres jurisdicciones han logrado mantener el poder adquisitivo de los salarios docentes por encima de los niveles registrados diez años atrás.

Un reciente informe elaborado por Argentinos por la Educación revela un marcado y continuo deterioro en la inversión real destinada al sistema educativo en Argentina. El estudio señala que 21 de las 24 provincias disminuyeron los fondos asignados al área, con 19 de ellas invirtiendo menos en términos reales que en 2014. Esta situación resulta especialmente crítica en los sueldos de los docentes, que han caído a niveles equivalentes a los de hace más de diez años.

Históricamente, la educación ha perdido relevancia en las agendas presupuestarias: entre 2014 y 2024, su participación en el gasto total se ha reducido en 16 provincias. A pesar de esta tendencia, se proyecta una leve mejoría en la inversión hacia finales de 2025 en al menos 13 jurisdicciones, impulsada por datos parciales de salarios docentes.

El retroceso en el gasto fue generalizado en 2024, con 21 provincias registrando una disminución en el gasto real de “Educación y Cultura” en comparación con el año anterior. Solo Chaco, Neuquén y Santiago del Estero lograron aumentar la inversión real entre 2023 y 2024, si bien este incremento se dio en medio de una baja general en los salarios.

En la Región Pampeana, que alberga la mayor población estudiantil del país, todas las provincias, incluyendo Entre Ríos, sufrieron recortes en su gasto educativo real.

El economista Osvaldo Giordano, uno de los autores del estudio, atribuyó el “intenso proceso de degradación” a factores económicos como la “reducción del PBI per cápita, muy alta inflación, nula generación de empleos de calidad, caída de los salarios y aumento de la pobreza”, y consideró que mejorar la gestión educativa y preservar la inversión son reformas urgentes.

Otro factor de impacto fue la supresión del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID). Este aporte, que cubría entre el 7% y el 10% del sueldo bruto y era financiado por el Gobierno Nacional, forzó a las provincias a absorber el costo con fondos propios para intentar compensar la pérdida salarial.

A pesar de una leve recuperación parcial en 13 provincias durante 2025, los salarios docentes reales siguen siendo más bajos en 21 jurisdicciones que en 2023. Además, si se compara con 2014, el poder adquisitivo del salario docente ha caído en casi todo el país, manteniéndose superior solo en Chaco, Santiago del Estero y Río Negro.

En conclusión, el informe confirma que el financiamiento educativo provincial atraviesa una década de estancamiento estructural. El desafío futuro es doble: recuperar el poder adquisitivo docente y establecer una capacidad de financiamiento sostenible, libre de depender de ajustes puntuales o transferencias extraordinarias, para evitar la profundización de la desigualdad entre los sistemas educativos provinciales.