Milei regresó de Oslo y selló una Reforma Laboral Impuesta que despierta temores sindicales
Milei regresó este jueves de su apresurado viaje a Noruega, marcando su llegada con la inmediata ratificación de la reforma laboral. A minutos de pisar Aeroparque, firmó el documento que su jefe de Gabinete, Manuel Adorni, le entregó. Este proyecto, que será enviado al Congreso en las próximas horas, busca su aprobación antes de fin de año, ejerciendo presión sobre el calendario legislativo.
El regreso del mandatario, quien partió de Oslo tras la ceremonia del Nobel de la Paz, habilita el tratamiento de varias iniciativas del Consejo de Mayo. Sin embargo, la reforma laboral se destaca por la polémica que generó incluso antes de su firma. La norma fue finalizada mientras Milei estaba en el exterior, debido a las intensas discusiones internas sobre apartados sensibles para los trabajadores.
El punto más álgido fue la intención inicial de limitar las cuotas solidarias, un mecanismo de financiación vital para los sindicatos, que permite descuentos compulsivos a todos los trabajadores del sector. Aunque la gestión libertaria buscaba condicionar estos pagos al consentimiento explícito de los empleados, la fuerte resistencia de la cúpula sindical forzó al Gobierno a dar marcha atrás y suprimir esa parte del texto para evitar una escalada de conflictos.
A pesar de esta concesión, el proyecto logró incluir un cambio significativo: el pago de las cuotas de afiliación, que antes era una retención obligatoria por parte de las empresas para los sindicatos, ahora dependerá de la conformidad expresa del trabajador. Esto abre la puerta a un sistema donde la financiación gremial podría verse debilitada, impactando potencialmente el poder de negociación colectiva de los sindicatos en defensa de los empleados.
La prioridad del Gobierno es la aprobación de esta reforma en el Senado, para lo cual se designó a un trío de funcionarios (Sturzenegger, Fariña y Cordero) como voceros defensores de la medida. Mientras el ministro del Interior, Diego Santilli, se mantiene en reuniones con gobernadores (Jalil, Orrego, Jaldo) para asegurar los votos necesarios en el Congreso, la aceleración en el tratamiento de esta norma laboral mantiene en alerta al movimiento obrero ante el temor de una flexibilización que comprometa los derechos adquiridos.
