Conin: cómo funciona en Entre Ríos la red que combate la desnutrición
En Entre Ríos hay nueve centros, situados en las localidades de Santa Elena, Paraná, Gualeguay, Villaguay, Rosario del Tala, La Paz, Gualeguaychú, Concordia y Colonia Ayuí.
Tras una orden judicial, el Gobierno nacional comenzó el martes las tareas de logística para repartir los alimentos acopiados a través del Ejército y la Fundación Cooperadora para la Nutrición Infantil (Conin), una organización sin fines de lucro fundada en Mendoza en 1993, tomando el ejemplo de la organización creada en Chile. El director ejecutivo de Conin a nivel nacional, Diego Álvarez Rivero, explicó que disponen de 110 centros de distribución y en 64 de ellos se distribuirán más de 465 toneladas de leche en polvo para sectores vulnerables de la sociedad.
En Entre Ríos hay nueve centros, situados en las localidades de Santa Elena, Paraná, Gualeguay, Villaguay, Rosario del Tala, La Paz, Gualeguaychú, Concordia y Colonia Ayuí. Varios de ellos confirmaron que fueron contactados para conocer la cantidad de leche que requieren, en base al número de familias que forman parte del programa. Si bien aún no les informaron cuándo llegarán las cajas con este producto, están a la espera de esta mercadería que será una contribución a la labor que llevan adelante, que va más allá del asistencialismo: se procura hacer un acompañamiento integral, a partir de la educación del niño y de la madre, brindándoles herramientas para que puedan mejorar su calidad de vida.
Concordia
En nuestra Ciudad tuvieron que reducir su estructura: antes de la pandemia tenían cuatro centros habilitados y hoy hay uno solo, que acompaña a 25 niños, entre los cuales hay grupos de hermanos, junto a sus familias. Stella Maris Micucci, presidenta de la Fundación Maximiliano Kolbe, a cargo del Centro CONIN que funciona desde hace 14 años en la localidad, comentó a UNO que solicitaron 200 kilos de leche “para darles durante dos meses a 120 chicos”, y agregó: “Tendríamos más o menos 1,7 kilos de leche por chico. Nosotros pedimos en función de nuestra capacidad de distribuir y de controlar que esa leche llegue a cada niño, de más no nos podemos hacer cargo porque no tenemos infraestructura. Tenemos una coordinadora de los centros CONIN provinciales, que es Silvia Durán, que en su caso sí cuentan con otra capacidad y otra logística”.
Sobre la modalidad de trabajo, subrayó: “Lo nuestro no es asistencia, sino un acompañamiento a la totalidad de la persona. Una mamá va a un centro de salud, la atienden, le dan el diagnóstico, le dan el alimento y vuelve a su casa; después regresa cuando puede. En cambio, nosotros la tenemos una vez a la semana y le hacemos un seguimiento, tratando los dos aspectos de la persona: la alimentación y la parte espiritual del bebé, al que tenemos que incentivarlo, tratarlo con cariño para que ese chico pueda crecer bien y desarrollar su cerebro con toda su potencialidad. Eso pasa desde que nace hasta el año y medio. O sea, si en ese momento no se le da lo necesario, queda una secuela”.
Por otra parte, sostuvo que en los centros de CONIN de cada ciudad trabajan con un equipo interdisciplinario de profesionales de la salud y al dinero para pagarles lo generan con donaciones, aportes de socios, ferias y otras actividades. “En nuestro caso, la gente es generosa y alimentos recibimos en nuestra comunidad. Lo que no tenemos a veces es dinero para pagarle al equipo de profesionales. El resto somos voluntarios”, precisó.