Por la ola de calor el CGE habilitó un protocolo para el dictado de clases

La medida está contenida en la circular Nº 5, dictada el viernes 21 por el Consejo de Educación, y que contiene los “lineamientos a seguir para atender la ola de calor en los establecimientos educativos”.
“En razón de la ola de calor en las próximas semanas, y atendiendo al inicio de clases, se requiere a las Direcciones Departamentales de Escuelas que, en diálogo con los equipos supervisivos y los establecimientos educativos, evalúen y diseñen planes de acción a los efectos de atenuar el impacto del calor sobre la comunidad educativa, cuidándose además la trayectoria escolar”, dice el documento.
Las medidas a adoptar, agrega, podrán “extenderse hasta un plazo de 15 días hábiles”.
El plan de acción que el CGE propone a las escuelas se detalla en un documento anexo a la circular que recomienda:
*Seguimiento de la situación meteorológica: las autoridades educativas deben seguir el pronóstico del tiempo y estar atentas a las alertas meteorológicas.
*Notificación anticipada: los padres y tutores deben ser informados fehacientemente de cualquier cambio en los horarios o actividades debido a las condiciones climáticas.
*Participación en la prevención: se les debe pedir a los padres que envíen a sus hijos con ropa apropiada y con suficiente agua.
*Posible reducción de la jornada escolar: especialmente en las horas más calurosas del día, se recomienda acortar los períodos de clase o realizar actividades más ligeras entre las 11 y las 16.
*Uso de la virtualidad: proponer la virtualidad como alternativa de trabajo en las escuelas, siempre y cuando sea posible atendiendo a la realidad de cada uno de los estudiantes, debiendo priorizarse el aprendizaje.
*Adaptación de los materiales didácticos: clases más visuales y menos intensas; evitar el uso de materiales que generen calor, como proyectores o pizarras eléctricas; optar por recursos visuales y táctiles, como mapas, ilustraciones y actividades prácticas que no requieran demasiado esfuerzo físico.
*Clases al aire libre: si es posible, considerar hacer actividades en espacios exteriores o sombreados, para aprovechar la ventilación natural.
*Clases interactivas: aprovechar la tecnología para hacer actividades más dinámicas, como juegos educativos, videos y herramientas interactivas.
*Actividades físicas ligeras: si se decide hacer clases al aire libre, optar por actividades suaves, como juegos de equipo, yoga o caminatas cortas.
*Clases prácticas: diseñar actividades que sean menos intensas cognitivamente, como proyectos, debates, lecturas o actividades grupales en las que los estudiantes se puedan mover y hablar entre sí.
*Suspensión transitoria de actividades escolares: habiéndose agotado la posibilidad de adoptar otras medidas, se podrá disponer, previa consulta a la superioridad, la suspensión de clases.
*Hidratación constante: facilitar el acceso a agua potable durante todo el día. De no contar con suministro de agua potable por corte temporal previsto o no, se abordará con el supervisor para realizar las acciones pertinentes junto a las autoridades educativas. Resulta oportuno definir momentos específicos en la jornada para que los estudiantes puedan beber agua sin interrumpir el flujo de la clase.
*Vestimenta adecuada: fomentar el uso de ropa liviana, fresca y de colores claros.
*Sensibilización de toda la comunidad: fomentar el uso de ropa clara, fresca y de colores claros; establecer pausas frecuentes para descanso y tomar agua; cada medio módulo o cada media hora; tener productos de primeros auxilios para casos de golpe de calor; uso de protector solar si es necesario estar al aire libre; monitorear el bienestar de los alumnos.